OENO Wine Lodge, la esencia y hospitalidad del Valle de Guadalupe

«Hay lugares que te encuentran a ti.» 

El Valle de Guadalupe, en Ensenada, Baja California, es el corazón de la producción vitivinícola de México, a orillas del Río Guadalupe podrás encontrar un paraíso para los enófilos. Fundado por Gerardo Alcalá en 2018, Oeno se creó con la intención de proveer una experiencia diferente para los amantes del vino, su nombre proviene del vocablo griego utilizado para llamar al vino, hilo conductor de este hotel boutique.

¿Te imaginas dormir adentro de una roca? En Oeno convirtieron este sueño en realidad y al visitarlo podrás descubrir habitaciones que se pierden entre el paisaje natural de la zona. La propiedad cuenta con tres tipos de habitaciones, diseñadas con tres ejes temáticos: La Aldea, Las Cabañas y Las Rocas.

La Aldea está conformada por 11 cabañas de madera construidas en un círculo, en el centro se encuentra un fogatero central que invita a reunirse alrededor del calor del fuego. Se puede optar por la Aldea Sencilla, con una cama Queen o la Aldea Doble, con 2 camas y un recibidor.

Las Cabañas son alojamientos con frente de cristal que te permitirán disfrutar de una vista privilegiada del Valle de Guadalupe. Sus techos de dos aguas las convierten en la construcción ideal para proveer a los huéspedes de un clima agradable, sin importar la temporada del año. La propiedad cuenta con 10 habitaciones de este tipo y puedes elegir entre la Cabaña Sencilla, para 2 personas, la Junior con una sala o finalmente la Junior Doble, ideal para compartir con familia o amigos.

Las Rocas son curiosas habitaciones en forma de roca gigante diseñadas para integrarse con el entorno y garantizar la intimidad.  Sólo existen cuatro habitaciones de este tipo en la propiedad y rodean un lindo quiosco.  Esta zona es ideal para quienes buscan alejarse del bullicio de la vida diaria y leer un buen libro, conversar o simplemente disfrutar de la naturaleza.

Además de estas opciones encontramos la Master Suite, un espacio lujoso con todas las amenidades para quien está acostumbrado a la buena vida. La espaciosa cabaña cuenta con terraza propia, dos recámaras y un cómodo espacio común. Además de barra desayunador, mini refrigerador,  chimenea y mesa de póker, todo acompañado de la mejor vista del Río Guadalupe.

Sustentabilidad

Al encontrarse en una zona protegida, la sustentabilidad y la preservación son valores fundamentales. Con esto en mente se realizan tres acciones principales para cuidar del Valle de Guadalupe.

Todos los deshechos son acumulados en fosas y luego transportados por compañías especializadas, lo que evita la contaminación del suelo y permite la agricultura en él. El agua utilizada en el hotel proviene de un pozo, al ser un recurso limitado el personal concientiza a los huéspedes de su importancia y medidas para evitar el desperdicio.

El sol además de bañar las uvas con sus rayos es el encargado de proveer de electricidad al hotel. Gracias a los paneles solares se evita la utilización de un sistema de energía tradicional. Todas las habitaciones fueron diseñadas con un material especial que aísla el interior del clima extremo, lo que ayuda a reducir el uso de aire acondicionado o calefacción, reduciendo el gasto energético.

«La idea es que al hacer check-out te sientas una persona diferente a la que hizo check-in.»