“Mangiare è un atto d’amore.” Comer es un acto de amor.
Y en Meno Male, cada bocado lo confirma.
Este nuevo restaurante en La Cacho llegó para cambiar tu idea de la pizza napolitana: no solo por sus masas ligeras y burbujeantes, horneadas como dicta la tradición en horno de leña, sino por la manera en que lo hacen todo sentir fácil, moderno y lleno de sabor. Aquí no hay pretensiones: solo buena comida, buena música y buena vibra.
De Nápoles a Tijuana (sin escalas)
Sí, la vida es demasiado corta para comer mal. Y en Meno Male lo saben. Por eso, su propuesta gastronómica está pensada para consentirte con ingredientes de calidad y recetas auténticas italianas, hechas con un twist que se siente fresco, divertido y sin complicaciones.
Su pizza napolitana es el corazón del lugar, pero no está sola: la acompañan pastas frescas hechas a mano todos los días, ensaladas que brillan por sus ingredientes (como la heirloom con burrata o la clásica wedge con tocino y aderezo bleu cheese), además de cócteles italianos que te transportan con un solo sorbo. Un Aperol Spritz bien frío, una copa de vino… y listo, la escena está servida.
Un lugar que se siente como un abrazo
Meno Male no es solo un restaurante: es una experiencia.
Desde que llegas, el ambiente te atrapa. Está ubicado sobre Guanajuato, entre Dinamarca y España, justo al lado de Kemuri ramen. El espacio es acogedor, relajado, con música en vinil girando los fines de semana y una terraza donde el tiempo parece fluir más lento.
¿Y lo mejor? Van a tener su propia cervecería dentro del mismo lugar. Porque si algo saben hacer bien aquí, es combinar lo mejor de dos mundos.
Pura felicidad servida en platos grandes
Dicen que “Dove c’è la pizza, c’è la felicità.” — donde hay pizza, hay felicidad.
Y aquí, la felicidad está por todas partes. Está en la pizza margarita, en la de salami con pesto o en la de pepperoni con borde crujiente. Está en la pasta carbonara con trocitos de pancetta, en la pomodoro y en esa pasta corta bañada en pesto de albahaca cremosa que te hace cerrar los ojos al primer bocado.
Cada plato parece susurrarte “mamma mia” al oído, sin exagerar.
Vinilos, spritz y puro amore
Los fines de semana, el mood sube.
Música en vinil, barra completa, DJ en vivo y tú con una copa en la mano. Meno Male se convierte en ese lugar al que vas una vez… y ya estás pensando en volver. Porque es cálido, delicioso, diferente. Porque es perfecto para ir con amigos, en pareja, o solo — si lo que buscas es un respiro sabroso entre semana.
Meno Male: menos complicaciones, más sabor
Si algo queda claro después de una visita a Meno Male, es que comer bien no tiene que ser complicado. Solo tiene que estar hecho con amor, como aquí.
La próxima vez que quieras sentirte amado —literalmente— por una pizza, ya sabes dónde ir.